El placer voyeurista de escuchar conversaciones ajenas es lo mejor de acudir a ciertos sitios contigo misma como única compañía. Que no es igual a ir sola. Así ser outsider se hace mucho más fácil.
Pero a veces, se hace difícil mantenerse en la distancia como arqueólogo de vidas ajenas. Y una empieza a elucubrar, si la carcoma llega a lo más profundo, cómo de limpio está aquello que no se ve, o si todos los que compartimos ese momento en ese espacio pertenecemos a la misma especie.
¡Cuánta alevosía! Me pregunto si el antídoto contra la mezquindad sea precisamente ese estado de ingravidez que describes, esa calma flotante que te permite observar sin intervenir, aprender sin obsesionarse y disfrutar sin pretensiones. Tu voz es fresca, natural y con un puntillo de humor que me ha atrapado. ¡Te envío un fuerte abrazo y te deseo un buen verano!
Flotar también es una forma de resistencia. Y tú lo haces con una lucidez que no se nota, pero que se siente. Como esas olas pequeñas que llegan sin hacer ruido y te cambian de posición cuando no te das cuenta.
He leído tu pieza con la sonrisa ladeada del que se reconoce en los márgenes. También yo he habitado esos lugares donde uno está sin estar del todo, donde observa desde la orilla, como quien no quiere pertenecer para no dejar de ver. Y es ahí, justo ahí, donde nace algo parecido a la conciencia: cuando la frivolidad no impide el pensamiento, sino que lo matiza con ironía y lo vuelve más digerible.
Hay mucha belleza en ese tintineo de barcos, en la escena suspendida entre el mar y el mármol de la piscina. Pero también hay verdad, de la que flota y no se hunde, aunque la risa sea nasal y los comentarios vengan en tono de sobremesa.
Gracias por dejarnos bucear contigo. Por escribir sin pretensión, pero con propósito. Y por recordarnos que en este mundo a la deriva, a veces basta con eso: flotar bien.
El placer voyeurista de escuchar conversaciones ajenas es lo mejor de acudir a ciertos sitios contigo misma como única compañía. Que no es igual a ir sola. Así ser outsider se hace mucho más fácil.
Pero a veces, se hace difícil mantenerse en la distancia como arqueólogo de vidas ajenas. Y una empieza a elucubrar, si la carcoma llega a lo más profundo, cómo de limpio está aquello que no se ve, o si todos los que compartimos ese momento en ese espacio pertenecemos a la misma especie.
¡Buen verano!
Muchas gracias, Laura.
Y bienvenida a Ciencia y burbujas, toma asiento y 🥂.
Feliz verano también para ti.
Muy interesante 😊. Lo incluimos en el diario 📰 de Substack en español?
¡Claro! Gracias
Genial, Greta.
Si puedes, copia la url en la zona de comentarios de https://columnas.substack.com/p/substack-para-escritores-para-influencers para que Nina lo incluya.
Sino puedes, dímelo y lo hago yo.
¡Cuánta alevosía! Me pregunto si el antídoto contra la mezquindad sea precisamente ese estado de ingravidez que describes, esa calma flotante que te permite observar sin intervenir, aprender sin obsesionarse y disfrutar sin pretensiones. Tu voz es fresca, natural y con un puntillo de humor que me ha atrapado. ¡Te envío un fuerte abrazo y te deseo un buen verano!
¡Muchísimas gracias! Feliz verano para ti también.
Nos leemos 🍾
Siempre es mejor observarlo todo con un poco de distancia…
Ay, esa ligereza del verano que solo se alcanza en la orilla del mar, con la piel mojada y la mente casi en blanco, ¡que paz!
Que disfrutes!
Estamos de acuerdo 😎 Feliz comienzo del verano.
La frivolidad ayuda, a veces, a mantenernos a flote, nos aleja del drama. Y no viene mal. Abrazos, Greta!
Así es 😎 Lo superficial es más profundo de lo que pensamos. ¡Un abrazo!
Flotar también es una forma de resistencia. Y tú lo haces con una lucidez que no se nota, pero que se siente. Como esas olas pequeñas que llegan sin hacer ruido y te cambian de posición cuando no te das cuenta.
He leído tu pieza con la sonrisa ladeada del que se reconoce en los márgenes. También yo he habitado esos lugares donde uno está sin estar del todo, donde observa desde la orilla, como quien no quiere pertenecer para no dejar de ver. Y es ahí, justo ahí, donde nace algo parecido a la conciencia: cuando la frivolidad no impide el pensamiento, sino que lo matiza con ironía y lo vuelve más digerible.
Hay mucha belleza en ese tintineo de barcos, en la escena suspendida entre el mar y el mármol de la piscina. Pero también hay verdad, de la que flota y no se hunde, aunque la risa sea nasal y los comentarios vengan en tono de sobremesa.
Gracias por dejarnos bucear contigo. Por escribir sin pretensión, pero con propósito. Y por recordarnos que en este mundo a la deriva, a veces basta con eso: flotar bien.
Muchas gracias por tu comentario, me ha encantado. Seguiremos flotando para llegar a buen puerto 😉
Sueño con la llegada de esos días de playa eterna y convertirme en la señora Malvasía.
Ya no queda nada y tienes la playa cerquísima 😉😘
Qué paz ese momento de chapoteo en el agua.
Me identifico con lo de outsider. Estoy dentro pero distante, un tanto invisible.
Disfruta mucho de esos momentos y de este verano que comienza.
Muchas gracias. Disfruta también de nuestro Mediterráneo 😉